domingo, 7 de junio de 2009

Los recomendados

En castellano...
- Marujo, H.A., Neto, L.M y Perloiro, M.F. (2003) Pedagogía del optimismo. Guía para lograr ambientes positivos y estimulantes. Narcea Ediciones,Madrid
- Adams Miller, Caroline (2000) El optimismo en acción: lecciones para vivir más feliz. Barcelona. Ediciones Robinbook, 2005.
- Vaughan, S.C. (2000) La psicología del optimismo. Barcelona.Paidós, 2004
-Avia, M.D. y Vázquez, C. (1999) Optimismo Inteligente. Alianza Editorial,Madrid
-McGinnis, A.L. (1997) El poder del optimismo. Javier Vergara, Buenos Aires.
-Seligman, M.E.P. (1991) Aprenda optimismo: Haga de la vida una experiencia maravillosa. Grijalbo, 1998
-Taylor, S.E. (1988) Seamos optimistas. Ilusiones positivas. Martínez Roca, Barcelona 1991

AUTOESTIMA


LA AUTOESTIMA

egún Nathaniel Branden, la autoestima es la suma de la confianza y el respeto por uno mismo. Las personas que tienen una alta autoestima se sienten aptos para la vida: tienen un sentimiento de capacidad y un sentimiento de valía personal. La autoestima es el requisito básico para disfrutar de una vida plena y con bienestar.Para elevar nuestra autoestima hay que avanzar poco a poco comprometiéndonos en la acción. Hay que ser activo, esforzarse en vivir conscientemente y no caer en la pasividad fácil. Podemos seguir los siguientes pasos:1.- Aprender a aceptarse. La autoaceptación es el requisito previo del cambio. Sin autoaceptarnos no podremos mejorar. Es necesaria una actitud que vuelva irrelevantes la aprobación o desaprobación de los otros. "Aceptarse" no significa necesariamente "gustarse", sino simplemente aceptar la realidad, ser consciente de ella. Si creemos tener defectos, hay que aceptarlo, porque éste es el inicio del camino para poder rectificarlos. Aceptándonos evitamos estar en lucha con nosotros mismos.2.-Liberarnos de la culpa. La culpa subvierte la autoestima positiva. La felicidad requiere que no nos rindamos a la culpa, sino que nos liberemos de ella. Ceder y sentirnos desdichados es lo más cómodo. Lo que requiere esfuerzo y voluntad es lo contrario, buscar la felicidad.3.- La integración del sí-mismo más joven. Todos los adultos mantenemos algo del niño que fuimos una vez. Los sufrimientos vividos de niño quedan en el inconsciente, y pueden hacer que de adultos rechacemos a este niño y sus vivencias. En esta guerra con nosotros mismos, la vida se convierte en una serie de actos de autorechazo, a la vez que nos quejamos que son los otros los que no nos quieren. Hay que aprender a perdonar al niño que hemos sido para encontrar la paz interior.4.- Vivir de modo responsable. Las personas con gran autoestima viven la vida activamente y no pasivamente. Asumen la responsabilidad de sus actos. No esperan que otros hagan realidad sus sueños. Ser responsable es ser el principal agente causal de la propia vida y conducta. Está claro que la responsabilidad requiere esforzarse.5.- Vivir coherentemente. El sí-mismo interior y el sí-mismo que se ofrece a los demás deben concordar. Si no vivimos de forma auténtica acabamos siendo la primera víctima. Las personas con autoestima saben decir sí cuando quieren decir sí, y no cuando quieren decir no. Siendo coherentes no sólo nos honramos a nosotros mismos, sino que transmitimos esta energía positiva a las personas con quien tratamos.Finalmente, N.Branden nos recuerda que la autoestima es precisamente antítesis del narcisismo. El narcisismo es un estado de autoobservación permanente, que tiene origen en un profundo sentimiento de insuficiencia y de carencia interior. El narcisismo implica mezquindad, competitividad beligerante, predisposición al ataque, etc., actitudes que ocultan egos débiles. La autoestima, en cambio, implica respetarse a sí mismo, y con ello respetar a los demás.

OPTIMISMO


OPTIMISMO
El optimismo es uno de los tópicos que mayor interés ha despertado entre los investigadores de la psicología positiva. Puede definirse como una característica disposicional de personalidad que media entre los acontecimientos externos y la interpretación personal de los mismos. Es la tendencia a esperar que el futuro depare resultados favorables. El optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia , descubriendo lo positivo que tienen las personas y las circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades junto con la ayuda que podemos recibir. La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su contraparte –el pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas: empeñarnos en descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y desánimo. El optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades.
En general, parece que las personas más optimistas tienden a tener mejor humor, a ser más perseverantes y exitosos e, incluso, a tener mejor estado de salud física. De hecho, uno de los resultados más consistentes en la literatura científica es que aquellas personas que poseen altos niveles de optimismo y esperanza (ambos tienen que ver con la expectativa de resultados positivos en el futuro y con la creencia en la propia capacidad de alcanzar metas) tienden a salir fortalecidos y a encontrar beneficio en situaciones traumáticas y estresantes.

LA PSICOLOGÍA POSITIVA


¿Qué es la Psicología Positiva?
La psicología positiva es una rama de la psicología de reciente aparición que busca comprender, a través de la investigación científica, los procesos que subyacen a las cualidades y emociones positivas del ser humano, durante tanto tiempo ignoradas por la psicología.El objeto de este interés no es otro que aportar nuevos conocimientos acerca de la psique humana no sólo para ayudar a resolver los problemas de salud mental que adolecen a los individuos, sino también para alcanzar mejor calidad de vida y bienestar, todo ello sin apartarse nunca de la más rigurosa metodología científica propia de toda ciencia de la salud.La psicología positiva representa un nuevo punto de vista desde el que entender la psicología y la salud mental que viene a complementar y apoyar al ya existente.

SER FELIZ DEPENDE DE TI


SOBRE FELICIDAD

Los creadores de la Psicología Positiva comenzaron por realizar una exhaustiva revisión de las grandes obras filosóficas, antropológicas, históricas, religiosas y literarias tanto de Occidente como de Oriente. Entre muchos otros textos, estudiaron el Código Samurai, la Biblia, los escritos de Confucio, de Aristóteles, Epicúreo, Tomás de Aquino, etc. Posteriormente, el análisis de los resultados del cuestionario que elaboraron para delimitar cuáles eran los principales factores asociados a la sensación de felicidad, los lleva a concluir que existirían tres tipos de felicidad o tres caminos para llegar a una felicidad más real o profunda.

1.- Vida Placentera (Emociones Positivas): es el nivel más superficial de felicidad y el de más corta duración. Se remonta a los epicúreos y se refiere al bienestar producto del disfrutar de la comida, del sexo, de la bebida o de una buena película, como explica Seligman. Se trata de aprender a gozar de los placeres de la vida y desarrollar métodos para disfrutarlos mejor (compartirlos con los demás, describirlos, recordarlos y usar técnicas de meditación para estar más conscientes de ellos). Pero, el autor critica este tipo de "felicidad", que él identifica con el estilo de vida hollywoodense o con las campañas publicitarias, donde las personas sonríen ante las cámaras, pero luego consumen pastillas para dormir o bajar la angustia.

2.- La Buena Vida o (Involucrarse Comprometidamente): nivel intermedio de felicidad que se refiere a lo que Aristóteles llamaba eudaimonia, que ahora se denomina estado de flujo. Se trata de la felicidad que surge cuando disfrutamos haciendo algo en lo que sentimos que somos buenos. Para alcanzarla, es necesario identificar cuales son nuestras habilidades o talentos y encontrar dónde usarlos de una manera comprometida, reconstruyendo la propia vida de forma tal de involucrarse en una actividad que le facilite el ponerlos en práctica frecuentemente. Así se logra no sólo un gozo transitorio, sino la sensación de que el tiempo se ha detenido al estar tan absortos en lo que hacemos. Según Seligman, la Buena Vida no es esa vida pesada de pensar y sentir, sino de sentirse en armonía con la música vital. En sus propias palabras: mi perro lo podría resumir así -corro y persigo ardillas, luego existo.

3.- La Vida con Sentido o Significado: estadio superior de felicidad y la más duradera. Se trata de poner las habilidades y virtudes al servicio de alguna causa que se sienta más grande y más allá de uno mismo. Es más que pasarlo bien o estar narcisistamente satisfechos con lo que hacemos bien; se refiere a encontrar aquello que realmente nos motiva en la vida como para desear aportar algo al mundo (una misión, como diría Maslow). Para ello tenemos que identificar nuestras creencias y valores, para después poner nuestras fuerzas al servicio de algo que esté afuera de nosotros mismos. El sentido de vida no se encuentra mirándonos el ombligo, sino que nuestra vida adquiere significado en relación con lo que nos rodea. Cabe aclarar que, aquello que nos produce sentimientos positivos más profundos no es la satisfacción de nuestros deseos ni los logros, sino que lo que nos gratifica es el proceso.

Por todo lo anterior, para acercarnos a esta felicidad superior, es necesario que desarrollemos aquellas virtudes que la Psicología Positiva encontró como propias del ser humano en cualquiera época y cultura: templanza, humanidad, sabiduría, justicia, valentía y sentido de trascendencia. Se entiende por felicidad, entonces, el conjunto de estos tres componentes: placer sensorial, actividad satisfactoria y sentido de vida. Aquél ser humano que se ha orientado, paralelamente, tras la búsqueda de estos tres aspectos y que está abierto a gozar la vida de estas tres formas, está más inclinado a sentirse feliz. Aunque Jung nos advertiría que, en la primera mitad de la vida, es muy difícil que se llegue a la Vida con Sentido.

En un estudio reciente realizado recientemente se llegó a las siguientes conclusiones:

10% del nivel de felicidad sería explicado por circunstancias externas, tales como dinero, salud, estado civil, educación, etc.
50% del nivel de felicidad estaría asociado a componentes genéticos heredados
40% del nivel de felicidad estaría determinado por la persona misma, por la forma en que mira aquellos que le ha tocado vivir. La felicidad se relaciona más con lo que se piensa de la vida que con las situaciones vitales objetivas

Ser feliz depende de ti.

¿Existe la Felicidad?

Reflexiones para compartir.

La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.


La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.
Thomas Chalmers (1780-1847) Ministro presbiteriano, teólogo, escritor y reformista


Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace.
Jean Paul Sartre (1905-1980) Filósofo y escritor francés.


Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.
Pablo Neruda (1904-1973) Poeta chileno.


La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.
Henry Van Dyke (1852-1933) Escritor estadounidense.


El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho de sí mismo y muy poco de los otros.
Albert Guinon (1863-1923) Dramaturgo francés.


Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras que no la ame.
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.


Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo.
León Tolstoi (1828-1910) Escritor ruso.


Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo.
Sigmund Freud (1856-1939) Médico austríaco.


La felicidad es la certeza de no sentirse perdido.
Jorge Bucay (1949-?) Escritor y psicoterapeuta argentino.