Clemente Estable Científico, investigador, educador y humanista. Clemente Estable fue uno de los grandes hombres de ciencia uruguayos, y un gran impulsor de la investigación científica nacional.
Nació el 23 de mayo de 1894 en San Juan Bautista, un pequeño pueblo al norte del Departamento de Canelones, siendo el noveno de los catorce hijos de la humilde familia a la que pertenecía. En su niñez tuvo un estrecho contacto con la naturaleza, lo que probablemente haya influido en su vocación
de biólogo, siempre convencido de la importancia de explorar nuestra flora y fauna. Estable ingresó al Instituto Normal y al mismo tiempo se dedicó a las Ciencias Naturales, como autodidacta, orientado a investigar con microscopio, y a los estudios de Psicología. Luego comenzó a trabajar como Maestro en escuelas primarias y como profesor de Historia Natural en el Instituto Normal. Completó una formación de nivel universitario a través de cursos extracurriculares en la Facultad de Medicina.
En 1922 obtuvo una beca del gobierno de España para estudiar con Santiago Ramón y Cajal (Premio Nobel de Medicina de 1906) cuyo laboratorio se especializaba en la investigación del sistema nervioso. De regreso a Uruguay continúo sus investigaciones en el Instituto de Neurología de la Facultad de Medicina y en el Laboratorio de Ciencias Biológicas, creado especialmente en 1927. Su primer trabajo fue el estudio de los tejidos de la corteza del cerebelo. Sus ideas, particularmente aquellas vinculadas a las propiedades funcionales de los contactos interneuronales o sinapsis, mantienen hoy plena actualidad.
Integró la Academia Nacional de Letras y el primer Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades y Ciencias. Fue uno de los fundadores de la Sociedad de Psicología del Uruguay. Muy vinculado a la UNESCO, participó en congresos científicos y pedagógicos internacionales representando a nuestro país. Fue el iniciador en nuestro medio de la profesión de investigador. Para Estable la investigación científica, la creación artística o la reflexión filosófica debían brindar la posibilidad
de vivir en forma decorosa. El Estado debía reconocer que el investigador científico ejercía una profesión importante para la Nación y por lo tanto, era responsabilidad de los poderes públicos el promover la ciencia y crear condiciones adecuadas para el trabajo de los investigadores. Gracias a su prédica y su labor, logró la incorporación en la organización administrativa del Estado un régimen laboral, hasta entonces desconocido en el país denominado "full time" o dedicación exclusiva (1943). La dedicación científica, junto con la pedagógica fue una constante en Estable.
Buscando la "superiorización de la vida" por medio de la Cultura, propuso crear ambientes adecuados en las escuelas, manifestando que la cultura integral que allí se ofreciera debía girar en torno a la vocación de los alumnos, la que se debe descubrir y estimular. Tomando como Centros de Aprendizaje temas de la naturaleza y de la acción humana, introdujo el método científico en la escuela. El "Plan Estable", propuesta original, se aplicó en varias escuelas de Montevideo y del interior, llevado adelante especialmente por maestros que estudiaron en el Laboratorio de Ciencias Biológicas.
Clemente Estable falleció a los 82 años de edad el 27 de octubre de 1976. En virtud a sus dotes de ciudadano excepcional fue sepultado con los honores propios de un Ministro de Estado.
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