Gardner postula que los seres humanos son capaces de conocer y de aprender de ocho maneras diferentes: a través del lenguaje, del análisis abstracto, de la representación espacial, del pensamiento musical, del uso del cuerpo, de una comprensión de los demás y de nosotros mismos; y también mediante la elaboración de distinciones fundamentales. Se trata de distintas maneras de vivir y de estar en el mundo. Todos los hombres pueden presentar estas inteligencias, pero claramente en distinta intensidad; y con diferencias en la manera de recurrir a ellas y de combinarlas para llevar a cabo determinadas tareas, de modo que no es fácil reconocer su autonomía e independencia; pero
Sostiene que todas las personas normales tienen la capacidad de hacer preguntas y de buscar soluciones utilizando varias inteligencias; con sus formas características de procesar la información, y de dirigir las expectativas abiertas por los distintos tipos de problema.
El reconocimiento de esta diversidad hace más compleja la comprensión de la experiencia y el aprendizaje humanos. Afirma Gardner, “una persona que puede emplear conjuntamente varias inteligencias de una manera adecuada, tiene más probabilidades de ser sabia, porque hace que intervengan más facultades y factores en la ecuación” (2001: 141).
Esta teoría también representa un desafío para las empresas y las organizaciones en general. Gardner formula provisoriamente las siguientes preguntas dirigidas al mundo del trabajo:
− ¿Qué inteligencias son necesarias para unos puestos determinados, sobre todo si son nuevos?
− De las personas que ya trabajan en una empresa: ¿Cuáles poseen estas inteligencias? ¿Cuáles pueden adquirirlas con facilidad?
− ¿Quién puede trabajar bien con una persona que tiene un perfil de inteligencias determinado, y desempeña una función concreta?
− ¿Qué personas o tipos de personas pueden formar a otras para que adquieran nuevas capacidades?
− ¿En qué medida la diversidad es favorable, y un proyecto se beneficiará de distintas mezclas de persona? (2001: 197).
Es evidente que la cultura occidental ha valorado de preferencia las inteligencias lingüística y lógico - matemática: ¿Por qué dedicar entonces energía a estimular aquellas inteligencias en las cuales nuestra cultura no parece estar demasiado interesada? Esta es la respuesta de Gardner:
− Para dar mejores oportunidades y ampliar las posibilidades de atender adecuadamente a los niños que sistemáticamente fracasan en la escuela.
− Porque las distintas inteligencias no representan sólo contenidos, sino también formas de pensamiento que no es bueno desaprovechar.
− Porque la hegemonía de ciertas inteligencias ha bloqueado la oportunidad de hacer frente a la diversidad de tareas y desafíos que tienen los seres humanos (1994: 203).
Sostiene que todas las personas normales tienen la capacidad de hacer preguntas y de buscar soluciones utilizando varias inteligencias; con sus formas características de procesar la información, y de dirigir las expectativas abiertas por los distintos tipos de problema.
El reconocimiento de esta diversidad hace más compleja la comprensión de la experiencia y el aprendizaje humanos. Afirma Gardner, “una persona que puede emplear conjuntamente varias inteligencias de una manera adecuada, tiene más probabilidades de ser sabia, porque hace que intervengan más facultades y factores en la ecuación” (2001: 141).
Esta teoría también representa un desafío para las empresas y las organizaciones en general. Gardner formula provisoriamente las siguientes preguntas dirigidas al mundo del trabajo:
− ¿Qué inteligencias son necesarias para unos puestos determinados, sobre todo si son nuevos?
− De las personas que ya trabajan en una empresa: ¿Cuáles poseen estas inteligencias? ¿Cuáles pueden adquirirlas con facilidad?
− ¿Quién puede trabajar bien con una persona que tiene un perfil de inteligencias determinado, y desempeña una función concreta?
− ¿Qué personas o tipos de personas pueden formar a otras para que adquieran nuevas capacidades?
− ¿En qué medida la diversidad es favorable, y un proyecto se beneficiará de distintas mezclas de persona? (2001: 197).
Es evidente que la cultura occidental ha valorado de preferencia las inteligencias lingüística y lógico - matemática: ¿Por qué dedicar entonces energía a estimular aquellas inteligencias en las cuales nuestra cultura no parece estar demasiado interesada? Esta es la respuesta de Gardner:
− Para dar mejores oportunidades y ampliar las posibilidades de atender adecuadamente a los niños que sistemáticamente fracasan en la escuela.
− Porque las distintas inteligencias no representan sólo contenidos, sino también formas de pensamiento que no es bueno desaprovechar.
− Porque la hegemonía de ciertas inteligencias ha bloqueado la oportunidad de hacer frente a la diversidad de tareas y desafíos que tienen los seres humanos (1994: 203).
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