sábado, 31 de enero de 2009

LAS CINCO MENTES DEL FUTURO

Gardner propone cinco tipos de mente que debemos cultivar desde ahora, pero pensando en proyectarnos al futuro. En un libro reciente, titulado Las Cinco Mentes del Futuro, define diferentes formas de desarrollar la mente, y propone que cada una de ellas pase a ser un objetivo educativo:

− La Mente Disciplinada: La mente del futuro debe ser disciplinada en dos sentidos. En primer lugar, debe dominar las principales formas distintivas de pensar que ha creado el ser humano: la ciencia, la matemática y la tecnología; pero también el pensamiento filosófico, histórico, literario y artístico. En segundo lugar, debe dominar diversas maneras de ampliar la propia formación durante toda la vida, de una forma regular y sistemática.

− La Mente Sintética: La educación debe partir de las competencias básicas y las disciplinas tradicionales, pero aquí no termina su labor. La cantidad excesiva de información y conocimiento que encontramos cada día, exige capacidades para resumir con precisión; aptitudes para sintetizar de una forma productiva, de modo que la información y el conocimiento disponibles se vuelvan útiles. Este objetivo supone un pensamiento de carácter interdisciplinario; una forma de pensamiento poco comprendida, pero cada vez más importante.

− La Mente Creativa: En la actualidad, prácticamente todo lo que está sometido a reglas se ejecuta con gran rapidez y precisión, mediante el uso de tecnologías computacionales. Esta tendencia se hará cada vez más acentuada en el futuro, de modo que no podemos conformarnos con aprender conductas repetitivas y rutinarias. Cada vez más, las personas con mayor capacidad de adaptación y propuesta, serán aquellas que puedan ir más allá de la síntesis disciplinaria, a fin de descubrir nuevos fenómenos, nuevos problemas, nuevas preguntas, y nuevas soluciones.


− La Mente Respetuosa: Siempre ha sido deseable que las personas aprendan a aceptar y valorar la diferencia, de modo que puedan convivir con quienes son distintos. En la actualidad esto es más importante que nunca: si no podemos convivir con los demás, el planeta pronto quedará despoblado o se destruirá irremediablemente. Necesitamos una mente que valore y respete la diferencia.


− La Mente Ética: Es urgente evitar el riesgo de autodestrucción para nuestro planeta, pero también es necesario diseñar un mundo en el que realmente nos gustaría vivir; habitado por personas honradas, consideradas y constructivas, dispuestas a sacrificar sus propios intereses a favor de las necesidades y los deseos de la comunidad. El respeto se da entre las personas, la ética se ocupa de la forma de la sociedad. Debemos inspirar en los jóvenes el deseo de vivir en un mundo marcado por la integridad e idealmente guiado por el desinterés. Debemos educar personas para que estén dispuestas a responsabilizarse por lograr este objetivo.

Vivimos una época marcada en cierto modo por la hegemonía de la ciencia, la tecnología, la comunicación a escala mundial, y el contacto creciente entre distintas poblaciones. En este contexto, el proyecto de cultivar numerosas mentes, con las características mencionadas, ofrece un panorama con mayores oportunidades para avanzar. Las disciplinas, la síntesis y la creación se pueden aplicar a todo tipo de fines, incluidos aquellos que son dudosos desde el punto de vista moral. Por ello es importante entender que la mente respetuosa y la mente ética no son meros agregados de la formación, sino aspectos sustantivos, con el mismo nivel de importancia de las mentes anteriores. La gran tarea para el milenio que comienza, no consiste simplemente en identificar y afinar las distintas inteligencias y emplearlas eficazmente: “Debemos comprender cómo podemos combinar la inteligencia y la moralidad para crear un mundo en que queramos vivir. Después de todo, una sociedad dirigida por personas ‘inteligentes’ bien podría volar por los aires o acabar con todo el planeta” (2001: 15).

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