miércoles, 19 de septiembre de 2007


INFLUENCIA DE LA RELACIONES ENTRE LOS PADRES
Queda claro que el papel de los padres es de suma importancia para todo el desarrollo de los niños.
El problema reside, aparte del método y de las finalidades educativas, en la propia inseguridad de los adultos cuando esta no les permite dar una educación que no suponga a cambio una sobreprotección, que ellos mismos necesitan y que proyectan sobre sus hijos.
Cuando la relación entre los padres no es buena (vivan o no bajo el mismo techo), se crean unas tensiones emocionales en la familia que perturban el equilibrio de todos sus componentes. En estas familias los hijos sirven, por un lado, para aliviar la frustración generada en el matrimonio, y, por otro lado, se convierten en los receptores de los conflictos que los padres pueden proyectar y revivir, lo que les lleva a ser manipulados en pro de uno y en perjuicio del otro. El hijo pasa entonces de ser un manipulado a convertirse en manipulador.
El niño que ha vivido con inestabilidad será, pues, inestable e inseguro y ello afectará necesariamente a su posterior elección y relación de pareja. Cuanto más inseguros se sientan los padres, mas necesidad tendrán de aferrarse a sus hijos.
Con esto no se pretende decir que todos los hijos de padres separados o divorciados tengan que ser adolescentes inseguros y con dificultades para llegar a ser adultos normales.
La ausencia física o psíquica del padre o de la madre por distintos motivos (fallecimiento, viajes, desinterés, incapacidad, etc.) confiere unas características especiales a los hogares y a la relación que se establece entre sus componentes, y, por lo tanto, la situación del joven adolescente que se halle en esta situación se verá afectada por dichas peculiaridades.

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