Dificultad para mantener un liderazgo resonante
“Síndrome de sacrificio” y poder del estrés:
· Problemas de salud. La vida personal se resiente.
· Tendencia a culpar de su propio fracaso al entorno laboral y familiar.
· Se entra en una situación de soledad y falta de energía para liderar cambios positivos. Los compañeros se apartan.
· Se desarrollan hábitos mentales y conductuales poco efectivos: “rutinas defensivas”, cinismo, sobreactuación, la asunción de riesgos innecesarios…
· Le cuesta reconocer que la fórmula de su liderazgo ha quedado obsoleta, desenfocada o desgastada.
· Se experimenta un estado de confusión y malestar que lleva a plantearse el sentido de su carrera profesional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario